¿Le enseño o no?

A vueltas con mi hija. Desde que nació, me tiene encima de ella con mi cámara de fotos. A pesar de que hemos decidido eliminar su presencia de las redes sociales, sigo haciéndole muchas fotos – ahora son para mí, y serán para ella cuando sea mayor.

¿El resultado? Ya desde pequeña me pidió tener su propia cámara de fotos (ahora pide un móvil, con seis años…). Y la tuvo, primero una cámara infantil de la empresa V-Tech, y después una compacta de la marca alemana Rollei.

Ninguna de las dos es una buena cámara. Ambas tienen la distancia focal fija, y una lente poco luminosa. Y el flash de la Rollei (la de V-tech no tiene) es demasiado potente, y «quema» las caras.

Aún así, la fotografía es una actividad que permite que mi hija se relaje y se concentre, que no es poco. Hace fotos (y videos) de su «pequeño mundo», fotografiando detalles de su entorno que sólo ella ve, y desde su punto de vista. En ese sentido, las fotos que hace son únicas, y con un estilo muy personal.

Y ahí es donde tengo mi duda existencial. Sé que el siguiente paso sería enseñarle las cosas que sé sobre fotografía: uso de la cámara, composición… pero el miedo que tengo es que eso limitaría su potencial de desarrollo como «artista», si es eso lo que ella busca.

Por supuesto, todo debe llegar en su momento. Siempre digo que no hay fotos malas, sino ojos mal educados. Pero, claramente, estoy seguro de que un par de consejos podrían mejorar la calidad de sus fotos. ¿Debo enseñarle algo ahora, o quizá deba esperar un poco?

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