Movimiento (por fin)

Tal y como anunciaba en los primeros artículos de esta nueva aventura, uno de mis objetivos para 2016 es el de comenzar con la fotografía de retratos, al menos como aficionado, siempre que me lo permita «todo lo demás».

Sin embargo, la fotografía de retrato requiere, en muchas ocasiones, de un equipamiento mínimo, para poder conseguir el resultado buscado por el fotógrafo. Ojo, y yo soy el primero que prefiere las fotos con luz natural y en entornos «sin preparar», pero siempre hay cierto tipo de imágenes que son casi imposibles de conseguir si no se cuenta con alguna herramienta de soporte en la manga.

Pues bien, el mes pasado por fin me decidí a comprar un primer sistema de iluminación. En este caso, y después de pensarlo mucho (y si me conoces, sabrás que eso significa MUCHO) me decidí por unas luces fijas, que me permitirían además trabajar en otras áreas, como la macrofotografía o el vídeo. Estando en Alemania, opté por buscar algo con un mínimo de calidad y de producción local, acabando en la marca Walimex.

Concretamente, compré dos cajas de luz «Walimex Pro Daylight-Set«, que incluían el trípode, la caja (softbox) y una bombilla de bajo consumo de 50W, equivalente a 250W de bombilla incandescente. Si te interesan, puedes echarle un ojo desde este enlace. (Ojo, enlace de afiliación)

Curiosamente, ya las he utilizado «bastante», tanto para retrato como para vídeo. En el primer caso, sólo unas simples pruebas, que todavía no tienen el acabado que busco para publicar aquí. En el segundo caso, para un proyecto reciente que espera ver la luz en un par de semanas.

Ya os contaré cómo me van. Inicialmente, me parecen fantásticas para vídeo, fotografía de retrato y bodegones (incluido el macro), quizá algo flojas para retratos «dramáticos» – pero aún tengo que jugar mucho con ellas…

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